Confiar es una cualidad a cultivar porque muchas veces o en algunas ocasiones, se tarda lo que queremos manifestar y por ello sentimos miedo, tristeza, angustia o una mezcla de esas emociones.
Quiero decirte que eso es perfectamente normal.
Un Nuevo camino
Es normal porque se está transitando un nuevo camino y el camino antiguo está allí y es el que se transita muy fácilmente porque estamos habitados a él.
Ese es el camino que produce bajones, es el camino que nos hace concentrarnos en las dificultades; es el camino que nos hace decaer y qué hace que nazca esa mezcla de miedo, tristeza y angustia.
Eso es perfectamente normal, lo valioso es, seguir andando el camino nuevo, un camino que antes no habías transitado; sino que lo estás haciendo en este momento. Y como dice la canción: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”
Lo que estás haciendo es crear nuevos hábitos de pensamientos.
Te entiendo.
He pasado por eso, sigo pasando por eso y también sé que en el futuro pasaré por esa misma situación: Una situación de miedo, tristeza y angustia, hasta que llegue un momento en que confíe más, más y más en que mis deseos tienen todos los elementos para que se hagan realidad, como lo enseña Neville Goddard.
Confiar
Lo que tengo que aprender es apartarme y permitir que ese deseo se manifieste a su propio ritmo que puede ser rápido o lento. Al final, se hace realidad visible.
Sé, también, que es más fácil decirlo que hacerlo.
Notar El Dialogo Interno
Cuando estoy en una situación similar y cuando me encuentro diciéndome cosas a mí mismo que no es lo que yo deseo; sino que, es lo que yo no deseo; en vez de auto criticarme, comienzo a justificarme; entender que ando transitando en el camino viejo y que tengo que devolverme a buscar ese camino nuevo y seguir andándolo.
Se trata de notar, también, que es lo que estoy pensando.
Cuando tengo ese bajón es porque estoy pensando los pensamientos de ese camino viejo, y entonces intento cambiar por otro tema de pensamiento. Y cuando vuelve a mi mente otra vez, me digo a mí mismo: andas en el camino viejo y con tranquilidad, con calma vuelvo otra vez a lo que yo quiero para mi vida.
Y voy andando entre bajones, entre sentirme decaído, para cambiar esos pensamientos hacia lo que quiero.
Ese es el nuevo andar.
Lo cierto es que esa mezcla de miedo, tristeza y angustia pasa.
El Permitir
También, es normal seguir andando y sobre todo confiar en que se hagan las actividades de ese deseo para realizarse, confiar y no querer imponer nuestro como, nuestra propia voluntad.
He notado que cada vez que yo quiero imponer mis tiempos, mis cómo, mis cuando, es el momento en que me caigo, siento ese bajón y comienzo a pensar en las dificultades; pero en el momento en que me doy cuenta de eso, entonces, cambio mi pensamiento hacia lo que quiero, y allí comienzo sentirme mejor.
Hay que permitir que sucedan las cosas que uno quiere, permitirlo, no obligarlo, no imponer; sino, permitir que lo haga a su propio ritmo. Eso es lo que tengo que hacer cada vez más y eso es lo que te invito que hagas.
Es solamente una invitación que toma su tiempo y que tiene su propio ritmo.
Te entiendo cuando estás allí.
Te comprendo y desde aquí, te envío un abrazo solidario con lo que tú sientes en este momento; ya sea agradable o no agradable.
Acompañándote.
Estoy contigo tal cual eres, tal cual te sientes y recuerda que es normal sentirse así; es normal porque es más fácil ir por el camino viejo, porque al camino nuevo, hay que comenzar andarlo y eso se logra momento a momento.
Deseo que, de instante a instante, seas cada vez una persona más dichosa, más llena de salud, de vitalidad, de amor, dicha y ecuanimidad.
Con amor,
Hernán Theis.